En la actual era digital, son muchos los cambios que estamos experimentando a diario. Esto afecta la manera en que se lleva a cabo la producción y el consumo de los productos tecnológicos. A causa de la rápida actualización de todos los productos surge un fenómeno peculiar que influye profundamente en la mente humana: la obsolescencia percibida.
¿Qué es la obsolescencia percibida?
Es la idea subjetiva que asume el consumidor de que un producto o tecnología es obsoleto sin serlo realmente, ya que este sigue siendo funcional. A diferencia de la obsolescencia programada, que implica que un producto tenga una vida útil limitada, la obsolescencia percibida se centra en la percepción que tiene el consumidor sobre la actualidad y la importancia de un producto en comparación con las últimas novedades del mercado.
Es decir, un producto puede considerarse obsoleto no porque haya dejado de funcionar, sino porque la sociedad, impulsada por la rápida evolución tecnológica y las tendencias de consumo, tiende a valorar lo más reciente. Este hecho puede generar una presión constante para actualizar y reemplazar productos, incluso cuando los existentes todavía son plenamente funcionales.
La obsolescencia percibida está vinculada a factores psicológicos y culturales, como la búsqueda de estatus social, la influencia de las tendencias de la moda y la presión para mantenerse actualizado en un mundo tecnológicamente cambiante.
Esta forma de pensar puede contribuir al consumo excesivo, generando desperdicios de recursos y contribuyendo a la creación de residuos electrónicos.
La rapidez con la que nacen nuevas versiones de dispositivos electrónicos, aplicaciones y tecnologías ha generado una cultura en la que lo último del mercado es considerado automáticamente como lo mejor. Este fenómeno se refuerza por estrategias de marketing que resaltan las características más recientes, generando la sensación de que lo anterior es obsoleto o inferior. La obsolescencia percibida no solo se limita a productos tangibles, sino que también afecta a conceptos, ideas e incluso a las habilidades laborales.
En el ámbito laboral también podríamos usar este término. Las habilidades que fueron valoradas en el pasado pueden perder su relevancia a medida que surgen nuevas tecnologías y enfoques. Esto ha llevado a la sensación de que ciertas habilidades profesionales pueden volverse obsoletas.

Imagen: corrige tu compu
¿Cómo podemos evitarla?
Superar la obsolescencia percibida implica un cambio de perspectiva tanto a nivel individual como societal. A nivel personal, implica reflexionar sobre las verdaderas necesidades y deseos, separando la presión externa de la toma de decisiones consciente. Valorar y aprovechar al máximo los recursos existentes, en lugar de perseguir constantemente lo nuevo, puede conducir a una vida más tranquila.
A nivel social, es imperativo fomentar una cultura que aprecie la durabilidad, la calidad y la sostenibilidad. Las empresas pueden desempeñar un papel crucial al diseñar productos con ciclos de vida más largos y al promover prácticas comerciales éticas.
Aquí te dejamos algunas sugerencias:
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Valorar necesidades reales
Antes de comprar un producto nuevo, piensa si realmente lo necesitas.
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Opta por la durabilidad
Busca productos de alta calidad que respecten el medioambiente.
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Ignora las presiones sociales
No dejes que las expectativas sociales dicten tus decisiones de compra. La tecnología de última generación puede ser tentadora.
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Mantente informado
Infórmate sobre la vida útil real de los productos antes de comprarlos.
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Promueve la reparación
En lugar de descartar un producto cuando tenga un problema, considera la posibilidad de repararlo.