Hiperautomatización vs automatización
¿Qué diferencia la hiperautomatización de la automatización que conocemos hasta ahora? La principal diferencia es que la automatización tiende a centrarse en tareas individuales, como el uso de un cobot que recoge y coloca una pieza de forma automática. Mientras que la hiperautomatización se trata de combinar tecnologías complementarias y realizar una automatización integral, como aprendizaje profundo, análisis avanzados, visión artificial y muchos más para mejorar los procesos empresariales. Pretende optimizar todo el proceso de producción mediante un enfoque global.
La cuestión que se plantea entonces es: ¿La automatización integran puede aportar un valor sustancial a la empresa? Para responder a esta pregunta deberíamos elaborar una hoja de ruta que alinee los objetivos empresariales con las ventajas de la automatización.
Por ejemplo, tres objetivos clave podrían ser los ingresos, los costes y los riesgos. A partir de aquí se pueden establecer estrategias y rediseñar los procesos con las nuevas tecnologías de automatización para aumentar los ingresos, la producción y reducción de costes.
¿Qué hacer con los equipos antiguos?
Este nuevo concepto usa las últimas tecnologías de automatización disponibles, por lo que es muy probable que los fabricantes no lo tengan en cuenta para muchas empresas que siguen trabajando con equipos antiguos.
Por ejemplo, los PLC pueden funcionar perfectamente durante varias décadas sin necesidad de sustituirlos. Pero esto también supone que estos equipos carecen de las funcionalidades de comunicación necesarias para la hiperautomatización.
Aun así, existen soluciones para estos casos, se pueden retroadaptar estos equipos más antiguos con sensores inteligentes. De este modo, incluso las fábricas que trabajen con equipos muy antiguos sin capacidades para conectarse entre ellos y compartir información, podrán hacerlo de la misma forma y adaptarse a la IIot y a la industria 4.0.
También hemos de tener en cuenta que todas las máquinas conectadas hablen el mismo lenguaje o de que sean compatibles entre sí. Ciertos protocoles no funcionan bien con otros, y esto implica que los fabricantes deban usar los mejores protocoles para que se puedan comunicar los equipos entre sí.
Una forma de facilitar la conexión y garantizar la interoperablilidad es usar sistemas basados en una arquitectura de código abierto (ROS) en lugar de un software patentado.