Nos han enseñado que reciclar es un buen método para ayudar al medioambiente. Y es cierto, gracias al reciclaje, evitamos pilones de basura. Pero no es el único modo de ayudar al planeta. La economía circular es un modelo de producción y consumo que en vez de aprovechar la materia desechada para crear nuevos productos, prefiere alargar la vida de estos.
La economía circular
Tal y como indica su nombre, es una rueda en la que entra un producto ya usado. El objetivo es utilizar algo una y otra vez. Este modelo rompe con la economía lineal de «producir-usar-tirar» por «producir-usar-reutilizar-reparar-usar…».

Interpretación propia de Electronic Board
La economía circular tiene como objetivo regenerar el planeta, minimizando la contaminación y manteniendo los recursos en uso. Los productos se diseñan para durar e instaurar un estilo de vida sin residuos. Así, sus principios fundamentales son:
- Mejorar el diseño del producto para reducir o eliminar el desperdicio.
- Mantener los productos y recursos en uso durante el mayor tiempo posible.
- Regenerar los sistemas naturales.
Ejemplos de la economía circular en la vida cotidiana
Un claro ejemplo de una economía circular es el auge de hoy en día de las tiendas de segunda mano de ropa. Existen tiendas como Flamingo Kilos Vintage, Humana, Holala, Vinted… Que venden montones de prendas.
Wallapop o Els Encants (Barcelona) permiten vender o intercambiar cualquier objeto.
El concepto de economía circular también se utiliza para no desperdiciar comida. To Good To Go es una aplicación que nos permite comprar la comida que ha sobrado.
Bla Bla Car ofrece la posibilidad de compartir trayectos.
Podemos encontrar servicios y artículos que evitan que compremos un producto nuevo, aprovechando los que ya tenemos. Y realmente se saca partido. Con la reparación y la restauración de los productos quedan como nuevos. ¡Échale imaginación! El precio además siempre será más asequible.
¿Reciclaje no es economía circular?
No todo el mundo piensa que el reciclaje forme parte de la economía circular. Cuando reciclamos, el producto se pensó para usarlo una vez. Por ejemplo, las bolsas de patatas fritas. Lo abres, lo consumes y lo tiras. A partir de todo el plástico reciclado se crearán nuevas bolsas (o lo que sea). En el proceso de fabricación de nuevos productos reciclados se están utilizando recursos y consumiendo energía. ¿Es entonces favorecedor al 100×100?
Por una parte, evitamos extraer nuevas materias primas para fabricar nuevos productos, por lo que podrían durar más estos recursos naturales. Por otro lado, emitimos emisiones para fabricar los nuevos productos. Es cierto que algunos elementos no se pueden aprovechar. Cuando se rompe una botella de cristal es casi imposible restaurarla. Los cristales hechos añicos irán al contenedor verde. Aquí sí o entra el reciclaje.
Conclusiones
Nuestra economía ha estado atrapada en un sistema que favorece el modelo lineal de producción y consumo, pero esto no brindará el futuro sostenible que deseamos para las generaciones futuras. La transición a la economía circular nos ayudará a abordar las emisiones y lograr una mayor resiliencia al cambio climático.
Electronic Board participa en la economía circular
Con la reparación y los equipos reacondicionados, conseguimos alargar la vida útil de los equipos y evitamos la producción de más electrónica de forma innecesaria. Además, lo que conseguimos es pasar de una economía lineal, a una economía circular.
Miles de empresas generan basura electrónica a escala industrial. Y es que un 85% de los equipos que se desechan, tales como PLC’s, HMI’s, Variadores, tarjetas electrónicas y todo este tipo de equipos, son reparables una vez se estropean y se les puede dar una posible segunda vida útil.